Así que este es el Tesoro de Davy Jones, ¿eh? –dijo Draber, el nuevo miembro de la tripulación, mientras miraba con malicia el enorme cofre.
–Sí, amigo, este es –respondió Collin, su compañero de tripulación y más antiguo amigo–. ¿Quieres echar un vistazo? Acerca ese farol.
Draber desenganchó el farol y lo llevó hacia la popa. La madera del barco crujía contra el mar en calma, y el agua chocaba calladamente contra la embarcación. Inquieto, se pausó un instante sobre el cofre.
–¿No crees que el capitán nos pasará por la quilla por hurgar en su tesoro?
Collin abrió el cofre y respondió:
–No, simplemente no cojas nada, o se enterará. Además, ¿dónde lo gastarías aquí, entre las olas?
Levantó la tapa. Incontables reales de a ocho centelleaban bajo la luz del farol. Draber intentó contarlos, pero nunca había pasado de veinte porque no se le daban bien los números, y aquí había montones y montones de monedas procedentes de distintos países y distintas eras. La mano de Draber se movió hacia las monedas como si tuviese vida propia. Quería tocar toda esta riqueza con sus manos y verla caer, moneda a moneda. Sacó la mano rápidamente antes de que Collin cerrase la tapa de golpe.
AUTORES: David Doust y Michael Shinall
TIPO: Miniaturas
COMPONENTES:
AUTORES: David Doust y Michael Shinall
TIPO: Miniaturas
COMPONENTES:
70 figuras de Wellsport y Demonios (10 héroes, 12 contramaestres y 48 marineros)
20 bases de Wellsport y Demonios (de dos tamaños)
8 dados de 6 caras
10 piezas de objetivo
10 cartas de héroe
2 cartas de criatura marina
60 cartas de marea
1 pieza de kraken
1 pieza de dragón marino
3 piezas de plancha
50 fichas de moneda
6 fichas de punto de despegue
6 fichas de hombre muerto
36 fichas de daño (con valores de 1 a 3)
15 fichas de estado
1 tablero de barco de Wellsport
1 tablero de barco de los Demonios de Hueso
EDAD: 14 en adelante
TIEMPO: 60 minutos
JUGADORES: De 2 a 6
DIFICULTAD: Baja
EDITORIAL EN ESPAÑA: EDGE
ARCHIVOS: Para descargar el reglamento, pincha aquí.
CRÍTICA:
DATO CULTURETA:
La primera destilación de ron en el Caribe tuvo lugar en las plantaciones de caña de azúcar en el siglo XVII. Los esclavos de las plantaciones descubrieron que la melaza, un subproducto líquido extraído del proceso de refinado del azúcar, podía fermentarse en alcohol. Luego, al destilarse se concentraba el alcohol y se eliminaban impurezas, produciéndose así los primeros rones modernos. La tradición sugiere que este tipo de ron se originó por primera vez en la isla de Nieves. Un documento de 1651 proveniente de Barbados decía: «El principal aturdimiento que hacen en la isla es el rumbullion, alias kill-divil, y está hecho de cañas de azúcar destiladas, un licor picante, infernal y terrible». Sin embargo, en la década de 1620, la producción de ron también se registró en Brasil y muchos historiadores creen que el ron llegó a Barbados junto con la caña de azúcar y sus métodos de cultivo desde Brasil. Se ha encontrado un líquido identificado como ron en una botella de hojalata encontrada en el buque de guerra sueco Vasa, que se hundió en 1628. A fines del siglo XVII, el ron había reemplazado al brandy francés como el alcohol de intercambio preferido en el comercio triangular. Los comerciantes y patronos del lado africano del comercio, a quienes antes se les pagaba con brandy, se les comenzó a pagar con ron. En 1862, Don Facundo Bacardí funda la casa de rones Bacardí. Bacardí desarrolló un ron ligero y seco que se convirtió en el favorito de la isla. El ron cubano también le debe mucho a Pedro Diago, conocido como «el padre de los productores de ron cubano, pues fue él quien tuvo la idea de almacenar los aguardientes en tinajones de barro enterrados.
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